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jueves, 18 de abril de 2024

Según el mundo espiritual eres pobre?








 ¿Eres una persona pobre?


Descubre si, en el vasto reino espiritual, te consideras una persona pobre.


La creencia de ser una persona carente puede engendrar complejos e inseguridades que obstaculizan tu búsqueda de la felicidad plena. 


La pobreza, en su esencia, actúa como un velo que impide conectar con un estado elevado de bienestar, pues no se puede hallar dicha en la penuria.


¿Te has cuestionado alguna vez si realmente eres una persona pobre?

¿Posees un entendimiento claro de lo que esto significa?


Es posible que tu respuesta sea un rotundo "sí", convencido de que eres una persona pobre, sin dudarlo ni un instante. Pero, ¿de dónde surge esa creencia limitante que muchos llevan consigo? 


El entorno social y familiar juega un papel crucial en la formación de esta percepción, arraigándose profundamente en nuestras convicciones.


La esencia de esta reflexión radica en que tal vez no seas una persona pobre y aún no lo reconozcas, viviendo en la sombra de una creencia que no te pertenece realmente.


Para despejar cualquier duda sobre tu verdadera situación, es fundamental comprender el concepto genuino de pobreza.


¿Qué es ser pobre?

Una persona pobre es aquella que no logra satisfacer o cubrir sus necesidades básicas, las cuales le permiten llevar una vida digna.

¿Están tus necesidades básicas cubiertas? Si cuentas con un hogar, alimento y los recursos necesarios para vivir con dignidad, no eres una persona pobre; eres una alma próspera que ha florecido y posee la capacidad económica de satisfacer sus necesidades esenciales y disfrutar de una vida digna.

Una vez que comprendas estas creencias distorsionadas sobre la pobreza, puedes comenzar a adoptar esta nueva creencia en tu realidad, proyectando y creyendo que eres una persona próspera, abandonando así la idea de ser pobre.

De este modo, estarás despojándote de una creencia limitante que no te permite experimentar la felicidad y plenitud en tu vida.

Esto te ayudará a ser más seguro de ti mismo, más feliz y, sobre todo, a sentir paz con la existencia que estás creando, sin dejarte atormentar por creencias impuestas por una sociedad consumista que desea que continúes consumiendo para enriquecer a unos pocos.

Hasta ahora, hemos discutido la pobreza como la condición de quienes no pueden cubrir sus necesidades y llevar una vida digna.

También hablamos de una persona próspera, aquella que posee la habilidad de satisfacer sus necesidades y llevar una vida digna.

Finalmente, exploremos qué significa ser una persona rica en el ámbito espiritual. Una persona rica es aquella que se dedica a acumular bienes superfluos que realmente no necesita.

Podrías pensar que la imposibilidad de adquirir un Lamborghini te sitúa en la pobreza, pero aquí se entrelaza un matiz fascinante sobre lo que realmente define a una persona en esta condición. La verdadera pobreza se mide por la incapacidad de obtener lo esencial para vivir con dignidad.

No poder comprar un Lamborghini no te clasifica como pobre, ya que anhelas un bien que no es vital, sino un mero deseo. 

En la sociedad contemporánea, esta creencia se refuerza: "soy pobre porque no puedo tener un carro de lujo".

Sin embargo, esa necesidad de un automóvil solo surge si el transporte es fundamental, como en el caso de vivir en un lugar remoto sin acceso al autobús. Pero, recordemos, no es necesario poseer un coche lujoso para satisfacer esa necesidad.

Lo que deseo que comprendas es que la falta de bienes ostentosos no te convierte en una persona pobre. 

La verdadera pobreza reside en las carencias que impiden una vida digna, y la ausencia de lujos no limita tu capacidad de vivir con integridad.

Por ejemplo:

  • ¿Necesitas una mansión de 20 habitaciones para vivir una vida digna? No

También puedes habitar una casa de 2 habitaciones y eso no te convierte en una persona pobre.

  • ¿Necesitas comprar una cartera costosa para vivir una vida digna? No

Una cartera sencilla puede satisfacer tu necesidad de llevar tu dinero, y eso no define tu valía como persona.

  • ¿Necesitas inscribir a tus hijos en escuelas costosas para vivir una vida digna? No

En una escuela pública, tu hijo también recibe la educación que necesita, y esto no te hace una persona pobre.

  • ¿Necesitas embarcarte en unas vacaciones en un crucero para vivir una vida digna? No

El no poder hacer un crucero no significa que seas una persona pobre; puedes tener la certeza de llevar una vida digna sin necesidad de un crucero, ya que este no es un requisito vital para el ser humano.

  • ¿Necesitas cenar en un restaurante de lujo para vivir una vida digna? No

No es necesario visitar un restaurante de lujo para definir tu dignidad; puedes disfrutar de una vida plena sin esa experiencia, y la imposibilidad de hacerlo no indica pobreza, ya que no satisface una necesidad vital.

Estos son solo algunos ejemplos para ilustrar que no poder acceder a lo mencionado anteriormente no es crucial para satisfacer las necesidades humanas y no significa que seas una persona pobre.


Es fundamental que el ser humano comprenda la distinción entre ser pobre, ser próspero y ser rico, para liberarse de creencias que pueden estar causando estrés, dolor, frustración, tristeza, falta de confianza, enojo, rencor, ansiedad, envidia, avaricia, egoísmo, depresión, conflictos familiares, entre otros.


"La carencia de lujos no te define como una persona pobre"


Recuerda siempre que la pobreza nace de la ausencia de lo verdaderamente esencial para llevar una vida plena y digna.

Empieza a sentirte próspero y agradecido por tu abundancia. Así, emanando emociones positivas, elevarás tu vibración y te conectarás con lo divino. Y nunca olvides: "¡la simplicidad no resta felicidad!


Maria G.
Trabajador de luz

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