Para tener un cambio radical y a largo plazo en cualquier tipo de vicio se debe tener un cambio radical de pensamiento.

Es necesario tener un cambio de creencias sólido y verdadero.

En el caso de un fumador, mientras tenga anclada la fuerte  creencia de que fumar lo hace sentir bien seguirá utilizando este hábito.

Será casi imposible liberarte de un hábito que tiene una creencia muy profunda en tu conciencia o en tu mente.

Esto sucede porque tú fuerte creencia es la que te invita y te genera el deseo.

Si quieres tener resultados a largo plazo necesitas tener un cambio de creencia y esto solo se logra de manera gradual a través de las afirmaciones.

Una afirmación diaria puede ser suficiente para comenzar a trabajar con tu mente e ir eliminando progresivamente la falsa y tóxica creencia que está perjudicando tu salud.

Una persona que tenga una fuerte  creencia  y plena conciencia de  que fumar hace mal le será casi imposible que pueda caer en este hábito negativo porque su fuerte creencia en ser consciente de que fumar hace mal no le permite hacer uso de este hábito negativo.

Todo aquel que fuma es porque aún tiene en su consciente o subconsciente la creencia de que fumar le hace bien.

Todo aquel que no fuma es porque es consciente de que fumar hace mal.

Esto se debe a que tu propia conciencia no te permitiría hacer uso de este hábito tóxico porque tu conciencia se encarga de hacer un bloqueo mental que no te permite continuar o iniciar con un hábito en el cual tu mente está plenamente consciente de sus catastróficas consecuencias.