Sanando una herida
Oportunidad de Perdonar
“Esta situación te brinda la oportunidad de sanar, crecer y liberar
patrones negativos. Mantén la intención de ver la luz y la bondad divina
interna de la persona. Te ayudaremos a liberar pensamientos, sentimientos y
energía que no perdonan y te elevaremos a un nivel superior, un lugar de paz y
compasión”
Recuerdo que aquella vez me deje llevar por mi
ignorancia y me enoje con Dios por no entender que todo lo que Dios
permite es porque tiene un propósito. Todo lo que me estaba sucediendo con
Miguel estaba revelando su verdadero razon de ser.
Un propósito que iba más
allá de lo que conocía hasta ese momento. Era apenas el inicio hacia un
despertar y crecimiento espiritual más profundo. Miguel como mi llama gemela
estaba cumpliendo un propósito ayudandome a sanar. Todo lo que
al inicio parecía una experiencia negativa se había convertido en una
oportunidad para sanar, perdonar y crecer espiritualmente. Había llegado el
momento de enfrentar mi herida.
Era el momento de salir de aquella oscuridad.
Pude observar con detalle y conocer sus partes más profundas y escondidas de su
existir. Fue un encuentro conmigo misma y mi otro yo. Esta parte de mi que me
costaba ver con amor por no haberme sentido amada, aceptada y apreciada. Pude
ver la estructura central de aquella herida.
Su manera en cómo trabajaba y como
controlaba mis emociones y mis pensamientos. Pude observar detenidamente lo que
sucedía en mi ser cuando experimentaba aquellos momentos de ira y rabia. Pude
darme cuenta que esos sentimientos de rabia e ira estaban siendo alimentados
por mis pensamientos. Eran mis pensamientos los causantes de mi
desagradable comportamiento.
Aquel pensamiento desencadenaba en mí una
ira que representaba mi mecanismo de defensa ante las sensaciones que se
despertaban en mí por la manera en que las personas me hacían sentir.El
pensamiento más frecuente que tenía cuando alguien me hacía sentir menos a
través de su comportamiento era,
“Mira te están tratando como una insignificante”
Este pensamiento que había sido creado por
aquella herida despertaba una profunda rabia en mi. Las
personas podían activar ese pensamiento en mi mente a través de su
comportamiento y al momento que identificaba ese pensamiento “te están tratando
como una insignificante” explotaba de rabia.
Con la rabia trataba de defenderme
de ese pensamiento que me hacia sentir mal. Era una batalla interna con mis
propios pensamientos que brotaban de mi a traves de la ira. Pude identificar
claramente como ese pensamiento negativo era el causante de mi rabia. Para
cortar de raiz el problema entendi que tenia que cambiar esos pensamientos
negativos por unos positivos. Tenía que abandonar aquel pensamiento de poco
valor que tenía sobre mi misma y que estaban siendo producidos por mi mente.
Mi
mente había recolectado estos pensamientos negativos de mi herida. Todos estos
pensamientos negativos estaban saliendo de allí. Era la falsa creencia que
había creado por culpa de esta herida. Para poder solucionar el problema debía
adoptar otro sistema de creencia y eliminar las creencias que se habían creado
a traves de mi herida.La creencia de sentirme poco valorada y apreciada debían
ser eliminadas totalmente y de raíz.
Era de vital importancia no darle mi
atención y mi energía aquellos pensamientos negativos porque estos pensamientos
negativos son los responsables de generar las emociones negativas que en mi
caso eran de rabia y de ira. Aprendí que los pensamientos negativos no solo
pueden generar la ira, estos son los principales responsables de todas las
emociones negativas que puede experimentar el ser humano. Los pensamientos
negativos solo generan emociones negativas.
Una experiencia negativa puede cambiar tu
percepción de ver la vida y te encamina a adoptar un nuevo
sistema de creencia.
En mi caso la experiencia que tuve con mis
padres había creado en mí un sistema de creencia donde me sentía poco amada y
valorada por la actitud que mis padres tuvieron hacia mí y esto me hizo crear
un sistema de creencia donde yo tenía que comportarme como si fuera
transparente porque así me hicieron sentir mis padres.
Si llegaba a algún lugar
yo trataba de irme a un rincón y aislarme porque sentía que debía hacerme
notar lo menos posible.
Es sorprendente cómo nuestra mente puede jugar
en contra o en nuestro favor. Esto depende de cuales hayan sido nuestras
experiencias, si son negativas nos afectarán negativamente y si son positivas
nos afectarán positivamente.
Identificando el origen de mi herida pude
iniciar mi proceso de sanación y empezar a ver mi herida con amor, sin juzgar,
criticar, odiar y poco a poco me fui liberándo de aquel dolor
y aquella tristeza que embargó mi corazón y mantuvieron mi vida apagada
por tanto tiempo.