En los últimos
meses de mi vida me he sentido decepcionada
por muchas personas, principalmente de aquellas que están muy cercanas a mi
corazón. Lo natural es creer que estarán ahí siempre para ti pero luego te das
cuenta que no es así. Te sientes como si te hubieran echado una cubeta de agua
fría. Con mucho hielo. Intentas por un momento pensar de dónde salió tanto
hielo. Tenía tanto hielo que te dejó congelada. Congelada de la decepción y
tristeza que te provocó aquella situación . Te das cuenta que cada
persona tiene sus prioridades, que cada persona sabe en que quiere y en
quién quiere invertir su tiempo.Te das cuenta que tu no eres su
prioridad.
Es decepcionante
darte cuenta que la única amiga que tienes solamente te llama para ser
escuchada pero cunado te toca a ti te sientes decepcionada. Tus palabras y tu
sentir no tienen importancia.
Esto podría ser
bastante difícil de gestionar porque la principal razón por la cual nos
sentimos decepcionados es cuando una persona no cumple nuestras expectativas.
Es importante
cambiar el enfoque para que el resultado de aquellas decepciones no sean
dolorosas.
Pueden ser
igualmente decepcionantes pero esto no quiere decir que sea obligatoriamente
doloroso.
Cuando me doy
cuenta que una persona me ha decepcionado me doy cuenta que me está dando la
gran oportunidad de decidir si quiero seguir en esa línea de tiempo o quiero
cambiarla.
Esto tiene mucho
que ver con el amor propio, cuanto más amor tienes es cuando menos estas
dispuestos a soportar.
Entendí que si
una persona no me puede dar lo que me merezco sea familiar ,amistad o pareja no
importa cual sea el vínculo es igualmente importante alejarte si no
sientes que se te está tratando de manera justa. Cuando decides finalmente
abandonar esa situación sentirás una paz interiror en tu corazón.
He aprendido a
través del tiempo que cada persona te da lo único que tiene en su corazón y sin
importar lo que tenga en su corazón no debes de ninguna
manera tomartelo personal y mucho menos llevar rencor.
Cada persona te
dará lo que hay en su energía.
Si en su energía
en ese momento es de envidia lo único que esa persona te puede ofrecer en ese
momento es su envidia.
Si una persona
es totalmente egoísta no esperes que esa
persona pueda darte lo que tú deseas porque lo unico que tiene para ofrecerte es su egpismo
ya que la persona está en una energía en ea energia.
Hay muchas
maneras de tomarse la decepción como en enojo, en tristeza ,en desilusión pero
creo que la mejor postura es de comprensión.
Es importante
comprender que esa persona está actuando en base a su energía y nada tiene que
ver contigo.
Esa persona
actúa en base a la energía en la que esté vibrando en este momento.
Un ejemplo
sencillo de eso es como si te enojaras porque un niño con la edad de un año no pueda
ser capaz de contar los números del 1 al
100.
Tú podrías
enojarte porque este niño no puede decirte los números del uno al cien pero no
estás viendo más allá para darte cuenta que ese niño tiene un año y no puede a
esa edad contarte los números del 1 al 100.
Lo mismo sucede
con las personas, si alguna persona te ha desilusionado por traición, por su
egoísmo o por cualquier otro tipo debes entender que esa persona actúa en base
a su nivel espiritual. Por lo tanto si una persona está en una energía de
egoísmo y actuó como una persona egoísta ante ti tienes que entender que la
persona no podía darte generosidad porque lo único que tenía para darte era su
egoísmo.
Y así sucede en
todo tipo de situaciones que puedan generar desilusión. Esto abarca las
relaciones de amigos, padres, hijos, parejas, compañeros de trabajo, compañeros
de estudio y así sucesivamente.
Cada vez que te
sientas decepcionado por alguna situación puedes aplicar este método y decirte
a ti mismo
“Esta
persona me dio lo único que tenía para darme por lo tanto yo no me lo tomo
personal y decido soltarlo”
Decides no
llevar esa carga contigo porque no te corresponde ni te la perteneces.
Lo único que
puedes hacer es respetar la energía en la que se encuentra esa persona en ese
momento. Quizás más adelante su energía cambie y pase de una energía egoísta a
una energía generosa. En el momento en que cambie su energía esa persona podrá
darte su generosidad pero mientras esté en la energía del egoísmo es mejor que
te apartes de esa persona porque si decides continuar esa persona va a seguir
regalándote su egoísmo y tú continuarás a resultar decepcionado o herido.
Este es el
método más eficaz para no caer en aquella energía de decepción con dolor y
cambiarla a decepción con comprensión.
Es siempre
importante tomar en cuenta este detalle que puede marcar la diferencia y te
puede ahorrar muchos malos momentos de tristeza, enojo, desilusión y dolor.
Cuando te des
cuenta que una persona está en la energía del egoísmo tú tienes el poder de
decidir si quieres seguir aceptando su energía o alejarte de ella.
Personalmente
puedo compartir una experiencia que me tocó a mí con una amiga que al inicio no
me di cuenta de su energía pero al final pude entender en qué energía se
encontraba aquella que consideraba mi amiga.
Pude identificar
una energía muy pesada de envidia. Lamentablemente me vi afectada por su
energía de envidia. Gracias a que pude darme cuenta de esto puede también tomar
el poder de decisión y decidir si seguir aceptando su energía o alejarme de
ella.
Sin duda alguna
no lo pensé dos veces y elegí alejarme de aquella energía y hasta la fecha no
me arrepiento ni por un segundo de haber tomado aquella decisión.
Muchas veces las
personas resultan muy decepcionadas por las personas pero también tenemos que
darnos cuenta que a través de aquella decepción nos están dando una gran
oportunidad de poder tomar el poder de decisión que tenemos y decidir si
queremos seguir aceptando esa energía ,así que aquella decepción se puede
convertir en una oportunidad de decisión y liberación.
Esto puede
resultar contradictorio pero personalmente puedo decir que cuando una
persona me decepciona puedo dar gracias por aquella decepción porque
gracias a aquella decepción he podido tomar una decisión. Generalmente una
decepción debe ser acompañada de una decisión que sea para tu mayor bien donde
tú paz pueda prevalecer sobre todas las cosas.
Cada vez que
vayas a tomar una decisión debes preguntarte a ti misma,
Esto me da
o me quita mi paz?
En base a la
respuesta podrás poder tomar una decisión más asertiva y beneficiosa para ti.
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