Experiencia cercana a la muerte a una niña de un año de edad

 

Descripción de la experiencia:

Fecha de la ECM: 1987

Tenía un año de edad y me caí de la estructura metálica que trepaba en el patio de recreo.

Toda mi vida, he considerado esta experiencia única como mi primer recuerdo. Es mi recuerdo más antiguo y, sin embargo, es muy vívido. No recuerdo los hechos que llevaron a mi experiencia, pero la recuerdo muy vívidamente.

No estaba inconsciente, prefiero describirlo como superconsciente. Sentí como si percibiera a través de una conciencia / mente / conciencia madura en lugar del cerebro de una niña pequeña. No recuerdo cómo me caí pero recuerdo que no sentí absolutamente ningún dolor, ni sentí el impacto con el suelo. Es difícil de explicar, pero sentí como si levitara hacia arriba, pero de alguna manera sabía que mi cuerpo estaba en el suelo.

Arriba de mí, vi esta hermosa luz blanca cálida, suave pero brillante. La luz tenía profundidad ya que era más brillante en el centro, pero también había un espectro de colores muy hermosos y suaves. Era algo similar al sol. Pero nuestros ojos ven el sol como un círculo blanco y plano que es doloroso de mirar. Esta luz no parecía plana, ni me dolía la vista al mirarla.

En ese momento, sentí como si el tiempo se hubiera detenido o simplemente no existiera. Sentí que la luz me estaba protegiendo y nada podría alcanzarme o dañarme en su presencia. Me sentí súper tranquila y amada. No era como el amor entre humanos que involucra varias emociones diferentes. Este amor era incondicional y sereno. Estaba levitando hacia la luz. Al mismo tiempo, supe que estaba muerta. No tenía una palabra para el concepto de muerte. Tenía esta fuerte percepción de que mi vida había terminado y que estaba regresando al lugar de donde provenía.

Vi mi vida en la tierra como una fracción de segundo y una pequeña fracción de lo que se suponía que debía vivir. Pensé para mí misma, el equivalente de '¿fue eso? No, no puede ser así'. En ese momento, tenía una comprensión clara de quién era yo a un nivel fundamental. No estoy hablando de atributos terrenales como género, raza o etnia. Me refiero al yo espíritu, a falta de un término mejor. No era una forma humana ni tenía edad. Solo era. Con el fin de explicar esta experiencia, estoy escribiendo todo en orden lineal, sin embargo, todo esto sucedió simultáneamente. Es difícil de explicar.

Vi un adelanto de la vida que estaba destinada a vivir. Todo tenía sentido, pero no recuerdo los detalles. Tuve la opción de ir hacia la luz y entrar por ella. Pero no hubiera podido regresar. A pesar de lo agradable que era este lugar, quería continuar mi vida terrenal. Se suponía que debía convertirme en alguien y era consciente de que ni siquiera había comenzado esto todavía. De acuerdo con mis deseos, regresé.

Entonces la luz comenzó a desvanecerse y vi a dos hombres caminar hacia el pasamanos. Inicialmente los vi desde la perspectiva de un observador en el costado. Un momento después, los estaba mirando desde la perspectiva de mi cuerpo que estaba en el suelo. Un Hombre era mi padre y el otro un amigo de la familia. 

Curiosamente, me di cuenta de que no estaban demasiado preocupados, pero se sentían un poco culpables. Aunque era una niña pequeña, podía entender lo jóvenes que eran ambos, a mí me parecían solo niños, aunque tenían entre 20 y 30 años. Estaba consciente cuando mi padre me recogió, pero después de eso, todos mis recuerdos se desvanecieron. No recuerdo nada después de eso hasta que fui un poco mayor. Sentí la experiencia como si me despertara por un breve momento de la conciencia de una niña pequeña, y luego 'me dormí' (a falta de un término mejor) nuevamente en la conciencia de una niña pequeña.

Más tarde, cuando tenía unos 3 años, comencé a experimentar sueños. Los sueños fueron una experiencia única para mí. De repente, recordé el momento en que vi la luz como un recuerdo con su propia categoría. No era ni un sueño, ni un recuerdo de un momento de vigilia. Era tan real e incluso más real que real. No sabía qué hacer con el recuerdo, pero sabía que de alguna manera lo preguntaría cuando fuera el momento adecuado.

Mientras crecía, no pensaba mucho en la muerte, pero siempre lo supe, a pesar de que la gente asume que los niños no son conscientes de esta realidad. Durante muchos años, no supe lo que significaba la experiencia. No podía entender por qué tenía una comprensión tan clara a esa edad, pero tenía recuerdos de los primeros años de los años siguientes.

Esto se volvió cada vez más confuso para mí y, a medida que pasaba el tiempo, desarrollé esta creencia de que debí haber reencarnado. Si hubiera sido una niña mayor que murió y se reencarnó, eso habría explicado el problema cronológico. Había comenzado a dudar de que tal vez me confundiera la parte de los hombres, y tal vez ese fuera mi padre de otra vida. Estaba decidida a que algún día averiguaría quién se había caído y si una niña murió después de caerse en el patio de recreo.

Ahora tengo 34 años. El año pasado decidí preguntarle a mi madre si se acordaba del hecho. Lo describí y nombré a las personas que pensé que estaban allí. Ella confirmó el hecho y dijo que me había caído y me había golpeado la cabeza. En la tierra, esto duró segundos. Sin embargo, me sentí como si estuviera inconsciente por una cantidad de tiempo inconmensurable. Lo que presencié y experimenté no coincide en tiempo con la duración de mi caída y ser levantada. Recibí la confirmación de que fui yo quien cayó y que no reencarné.

No hablo mucho sobre la experiencia porque encuentro que la gente simplemente no la entiende o se asusta. Se aferran a su visión limitada y materialista y tratan de explicar mi experiencia como una ilusión óptica. Hasta ese punto, los entiendo porque no pueden imaginarlo. Sé que no es una ilusión óptica. Sin embargo, estoy muy dispuesta a compartirla con personas que tengan la mente abierta para escuchar.